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miércoles, 25 de enero de 2012

Tiene mi corazón un llanto de princesa olvidada en el fondo de un palacio desierto. Tengo miedo. Me siento tan cansada y pequeña que reflejo la tarde sin habitar en ella, en mis tardes enfermas no han de caber mis sueños así como en el cielo no ha cabido una estrella sin embargo en mis ojos una pregunta existe y hay un grito en mi boca que mi boca no grita. No oído en la tierra que oiga mi queja triste abandonada en la tierra infinita, se muere el universo de una calma agonía sin al fiesta del sol o el crepúsculo verde, agoniza saturno como una pena mía, la tierra es una fruta negra que el cielo muerde, y por la bastedad del vacío van ciegas las nubes de la tarde como barcas perdidas que escondieran botellas rotas en sus bodegas y la muerte del mundo cae sobre mi vida.

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